dimarts, 13 de novembre del 2012

Sentirse Vivo: Parte VII

"La intención de algunas personas, es hacernos sentir bien. Cada día que pasa nos muestran una sonrisa en su boca, para así alegrarnos el día. Sin embargo, esas personas que tanto nos quieren, también esperan algo bueno de nosotros y, somos los primeros que no les podemos decepcionar. Seguramente, ellos piensan y esperan lo mismo que nosotros de ellos. Porque, a veces, creemos que la gente es malvada, pero en el fondo ves que hay una luz interminable de cariño y respeto.

Cada uno tiene su día malo, y no es por eso, que para no preocupar a esas personas, dejar los malos rollos atrás y no meterlos cuando estamos con ellos, estaria bien hacerlo. 


También las personas no deseadas para nosotros, no quiere decir que alguien en el mundo no la quiera, porque a cada parte del mundo, encontramos a una persona igual que tu, de diferente sexo o no, sólo es cuestión de buscarla, porque cuando esa persona sea encontrada, verás lo que tu eres realmente, si mereces lo que tienes o te lo necesitas ganar, porque a veces las cosas nos las tenemos que ganar con el paso del tiempo, así, así se ganan las verdaderas cosas que queremos. 



Con un simple no, te pueden destrozar el corazón y quizás te hace pensar en lo que has hecho mal o que malinterpretaste. Y al cabo de un tiempo te das cuenta de lo que hiciste..."



Adam pensativo, afirmó que su mejor amiga, nunca le había abandonado, que arriesgaba todo por él, en cualquier circumstáncia. Lo mejor que había encontrado en su vida. Una persona diferente, con personalidad, con carácter. Podía ir con ella a todos sitios, se contaban sus cosas. Aquí, en ese momento, en el de la boda, le ayudó un montón. Adam llegó a un punto que estaba indeciso, todo pasaba tan rápido...Pero Jane, su mejor amiga, le dijo que era un paso enorme y que tras el casamiento serían una pareja eternamente feliz.

Faltan 20 días para la boda...

dimarts, 6 de novembre del 2012

Sentirse Vivo: Parte VI

Después de oir varias veces el tiempo, vieron que no era una tormenta normal y corriente. Las nubes se acercaban con el paso del tiempo en todo el sud-este de Inglaterra. Todo ese día estuvieron encerrados en casa, preocupados de lo que pasaría los próximos días.
El día siguiente empezó a llover con gran intensidad pero nada del otro mundo. Todo el mundo estaba asustado, por lo que pasaría la semana de año nuevo. Pero los meteorologos se equivocaron. No había ninguna tormenta extraña. Los proximos días aunque dijieron que se habían equivocado, mucha gente estaba atenta a lo que pasaba en el pais.

31 de diciembre, fin de año: Adam y Mery pasaron de cenar en casa solos y se fueron a un restaurante de Dover que organizaba una fiesta, con la gente que quisiese venir. Cenaron tranquilos pero a la vez, nerviosos, ya que cambiarian de año dentro de unas horas. El 2012 estaba en sus pies.
Posiblimente se casarían en verano.
Fiestas de fin de año 200923:50h del mismo día: Todos delante de la televisión, a punto de tomarse las uvas. Las cadenas estaban ilusionadisimas con el año nuevo. Adam le dijo a la oreja:
- I could make you happy, make your dreams come true...
00:00h: La hora había llegado, la emoción, la alegría, el desaogo, las lágrimas, todo pertenecía en ese día. La pareja estaba muy contenta. Brindaron por ellos y por su futuro, que podía ser muy bueno. Estaban hechos el uno por el otro. "¡Hope, Glory, Love, Happy Ending!".

Llegó el verano. Las cosas hasta Junio fueron perfectamente. Adam encontró trabajo de abogado en un gavinete en Dover y Mery la habían ascendido a jefe de planta. Al empezar la primavera, tomaron la decisión de casarse. Pidieron fecha para finales de Julio. La boda estaba al caer. Adam empezó a preparar hasta el último detalle, querían que fuese perfecta. También se cambiaron de casa. Querían un estilo más moderno y no tan antiguo. Se fueron al barrio más rico de Dover donde las casas eran preciosas y grandes. Tenían unos vecinos muy amables y majos.

Mery contenta de su vida, ahora si que se podía sentir orgullosa. Con un futuro marido, con un trabajo que le encantaba y una casa nueva y más grande.

dilluns, 5 de novembre del 2012

Sentirse Vivo: Parte V

Desde ese día Mery, salió de la depressión que tenía y Adam namás hizo que pensar en ellos.
Supongo que uno después de estar mucho tiempo con una persona, al final se enamora, y Adam se quería dar una oportunidad a si mismo. 
La mañana siguiente en el cual quedaron para desayunar juntos antes de que Mery fuese a trabajar, fueron a un lugar muy especial para la chica. Ese local, era un sitio muy moderno, servían desayunos muy ricos y elaborados. La decoración de la granja, tenía pintadas en la pared una serie de caricaturas de animales. A Mery le encantaba ese sitio. Lo descubrió el primer día que llegó a Dover. Desde ese día se enamoró de el.
Se sentaron y pidieron un café descafeinado con leche. Ella se tomó un croisant. Estuvieron hablando de qué habían estado haciendo todos estos meses que no se habían visto y cómo habían pasado la navidad.
Ella le explicó que se le habían acabado las lágrimas y no pudo llorar más. Cuando era pequeña tuvo un problema en que paso muchos años llorando cada noche en su cama. Y no lloró desde entonces. Adam quedo alucinado, con la boca abierta. El chico, en cambio, le explicó que estuvo pensando, se rompió la cabeza pensando en lo que pasaba, porque no tenía claro nada.

[...]

Un buen día o quizás una noche, cerca del mar Adam se había dormido, perdió el norte cuando llegó a esa playa cerca de Dover. Mientras Mery trabajaba, Adam se había escapado y fue hacia una playa desierta, a descubrir nuevos horizontes. Faltavan pocos días para año nuevo. Se cogió el abrigo, la bufanda y los guantes y anduvo un buen rato, por ese paraíso. Desde allí se veia Francia, a la otra punta del estrecho, al horizonte que nunca alcanzaría. Tan cerca y a la vez tan lejos.
De camino a casa, Adam iba con el coche, la radio puesta y se puso a llover. El chico oyó que se avecinaba una tormenta muy fuerte cerca del estrecho. Enseguida llamó a Mery, que fuera hacia casa, porque la tormenta estaba al caer.

Unos fuertes días de tormenta dejó sin salir a la pareja. Se quedaron en casa. Adam le explicó que había ido a una playa desierta que había descubierto ese mismo día. Y estuvo pensando que deberían hacer un gran paso adelante. La palabra aquí es C-A-S-A-R-S-E.

diumenge, 4 de novembre del 2012

Sentirse Vivo: Parte IV

Sintiéndolo mucho, Adam, no podía luchar por una cosa que ya se había tomado una decisión antes.
Siempre recordará esa navidad, una navidad sin compañia, que por parte lo agradecería, porque quería estar solo. Por otra parte, Mery cogió una depresión, pero era muy ilógico lo que estaba ocurriendo.
Adam se cansó de esa tontería, ¿por qué luchar por los sentimientos? ¡No huyas de los sentimientos, no cambiaran, afróntalos!

Así que cogió el coche y se fue a Dover, a su casa otra vez. Picó a la puerta. No abrieron. Empezó a gritar hacia su casa:
- ¿No ves que así no conseguimos nada? Fijate por un momento, ¿por qué huyes de tus sentimientos? ¿No te quieres enamorar de mi? ¡Da la cara y explicamelo todo! -dijo Adam.
No obtuvo respuesta.
- Seamos sinceros por una vez, ¿Mery me quieres de verdad? -preguntó Adam.
Se oyó un ruido en el piso de arriba, era ella, salió desde su habitación a la terraza.
- Adam, yo te quiero mucho, tanto que daría todo por ti. Pero no quiero que esto vaya así de rápido.
Yo me enamoré locamente de ti la primera vez que te vi, en esa boda. Todo se empezó a precipitarse y todo se me fue de las manos. Decidí no verte en un tiempo, para que mis sentimientos se fueran calmando, pero veo que no. Es lo que tu dices, los sentimientos no cambiaran, debes afrontarlos, con sus virtudes y defectos. Adam es difícil...Y he encontrado una solución. ¿Por qué huir de este amor? Es possible. Ven a vivir conmigo aquí, a Dover. Deja tu piso, empezemos de cero, desde el principio, como si nada de esto hubiese pasado. -contestó Mery.
- ¡Stop! -exclamó Adam- ¿que estás diciendo que venga aquí junto a ti?
- ¿Qué pasa, no quieres? -preguntó preocupada Mery.
- No es eso, sino que pasamos de no vernos durante un tiempo a vivir juntos y es un paso enorme, y yo quiero que esto vaya bien...
- ¿Tú me quieres Adam?
- Aún no lo se, siento cosas fuertes por ti, Mery, por eso te digo de ir poco a poco. De momento yo me vuelvo a Canterbury y nos seguimos viendo, ¿vale? -afirmó Adam.
- No me lo esperava esto, me dejas con el moco, pero te haré caso, ¡porque te quiero!
- ¿Quedamos mañana por la mañana a primera hora, te vengo a buscar y vamos a desayunar juntos?
- Aquí te espero. Te quiero. -le dijo Mery.

dissabte, 27 d’octubre del 2012

Sentirse Vivo: Parte III

Acabaron de passar la noche de la mejor manera possible. Mery se fue. Estava cansada.
Adam se fue a la cama, pensando en que podía suceder entre Mery y él. El chico no sabía si la quería, solo llevaban tres días viendóse, gran cosa no podía sentir. Esa noche no durmió casi nada.
El día siguiente Mery se bebió un café con leche y se fue a trabajar. Adam no trabajaba, era un hombre sin suerte en la vida. Aunque su currículum era de los mejores, no daba el perfil físico.

Los días iban pasando, y nadie llamaba, no se veían, hasta que tras tiempo pensando, tenía las cosas claras.
Esa mañana, la del 24 de diciembre, dónde pasarían  la noche buena solos, completamente solos, sin compañia. Adam fue hasta Dover. Él vivía a una ciudad no muy lejos de Dover, llamada Canterbury.
Picó a su puerta. No abrió nadie. Estuvo picando un buen rato, pero no hubo respuesta. Volvió al coche. Una cabeza estaba asomada a la ventana del piso de arriba, pero Adam no la vió.

Lo fuerte de esto es que Mery había estado yendo al psicólogo para encontrar una solución, porque no solo lo quería no podía vivir sin él, pero nadie lo sabía. Adam esperó horas en el coche, esperándola. Se hicieron las once de la noche y se tenía que ir. Cuando llegó a su piso, recibió un mensaje de Mery:
"Adam, los dos sabemos que necesito enamorarme de ti, porque lo mío es más fuerte de lo que piensas y de lo que pensaba antes yo. Así, que dejame intentarlo. Merry Christmas!"

Él no podía creer lo que estaba pasando. No entendía nada. La verdad es que el amor es ciego de verdad.
Mery pasó todo la noche buena llorando. I don't know I'm scared, decía. Fue las peores navidades de sus vidas. Sin compañia, sin regalos, solo sus lágrimas y ellos. Debían ser fuertes. Aún no lo habían descubierto pero estaban echos el uno para el otro. Debían esperar...

divendres, 26 d’octubre del 2012

Sentirse Vivo: Parte II

Todos sabemos el que es estar enamorado de una persona, bien, esta persona aún no lo sabe. 
Adam no había tenido suerte en la vida, aún no había encontrado su media naranja. Él tenía un problema, no sabía como decírselo a Mery, pero finalmente se lanzó:
- Escúchame con atención. Durante mi adolescencia, conocí a mucha gente, pero supongo que yo maduré un poco antes que todos los demás chicos, y eso me causó que no tuviese muchos amigos, porque los veía muy immaduros y alucinaba con lo que hacían. Pero si que es verdad, que uno, algun día tiene que sacrificarse alguna vez, ¿no?. Entonces yo me hice más con las chicas porque las veía que hacían cosas más "normales", y que se podía hablar con ellas. Pero poco a poco, se va conociendo a gente, aunque ya la tengas en cuenta en las redes sociales, pero que empiezas a hablar y te empiezas a entender.
- ¿Dónde quieres ir a parar? -me preguntó dudosa Mery.
- Hasta ahora de todas las chicas que he querido, en algun momento se han enterado y después de un tiempo todo se fue a la mierda y no quiero que me pase más.


Tras un rato de charlas indefinidas, se habían hecho las 5 de la mañana. Tenían ir tirando para casa. La fiesta había acabado hacía ya rato, y no se habían dado cuenta. Adam llevó a Mery a su casa, ella vivía cerca de Dover. Cuando llegaron a la puerta de su casa, se miraron los dos a la cara diciendo bueno:

- Pues nada, gracias por traerme, eres un encanto -dijo Mery-.
- ¿Quieres que quedemos otro día? Si tu quieres...-preguntó Adam-.
- ¡Cómo no! Dame tu número.

Al cabo de unos días, donde pensaban que los dos se habían olvidado, Mery se presentó a casa de Adam. Llamó a la puerta. No era el mejor día para ir a Canterbury, donde residía Adam. 
Con cara de sorpresa el chico abrió la puerta:
- Vaya, ¿que haces aquí?
- Te echava de menos, quería verte...-contestó Mery-.
- Verás...es que...estoy con la familia...
- Será posible, vengo en el peor de los días.
Rieron los dos.
- ¿Quieres entrar? - preguntó Adam-.
- ¿Cómo?
- Lo que oyes, va entra, ¡que me estoy helando! -exclamó el chico-.
Estavan sus padres, su hermana y su cuñado, lo único que tenía. Reunión familiar que se dice.
Toda la familia se sorprendió, pensaron que ya la había encontrado, a esa mujer que tanto buscaba.
Mery dió dos besos a todos y se sentó a tomar el café. Poco a poco, los familiares se fueron, y se quedaron solos. 
-Tú eres lo único que necesito ahora sabes, Adam. Yo entiendo lo que te pasó cuando eras joven, pero cuando creces, cuando eres mayor, te independizas y buscas nuevas tácticas para conocer chicas.- dijó Mery-. 
Adam se sentía confuso, él tambien había sentido cosas, pero no tenía las cosas muy claras...






dijous, 25 d’octubre del 2012

Sentirse Vivo: Parte I

"Todos saben que algun dia el amor se apagará, la llama desaparecerá o sencillamente se irá. Pero hay una pareja que no lo ve así, de esta manera, ellos creen que su llama durará para siempre".

La boda fue un gran existo, Los invitados comieron, bebieron, se divirtieron. Todo iba según lo previsto. Los recién casados disfrutaron de su día, ese día tan importante que es el del matrimonio, que dos personas se unen para ser más fuertes y más fieles en la vida.
[...]

Como todos sabéis una cerimonia tan apreciada como la del matrimonio, lo tienes que hacer con una persona que sepas que te quiere, que quieras estar toda tu vida junto a ella, decirle cada mañana que la quieres, acariciarla, acurrucarse y charlar junto a la ximenea. Son esas pequeñas cosas que se hacen tan especiales con esas personas queridas. Supongo que hay que ser fieles al matrimonio, estar contentos y luchar día a día para que la llama no se apague. Si bien es cierto, no hay mucha diferencia estar viviendo con alguien que sabes que te quiere, a estar casado con ella, pero si que es verdad que cuando lo estás, de casado, es todo más íntimo.
[...]

La luz de la luna, iluminaba el escenario donde los músicos tocaban música alegre, mientras que la gente bailaba y reía. Los recién casados empezaron a bailar en medio de la pista. Una música lenta y romántica los acompañaba, y un ruido de copas se oía de lejos. Un ruido de copas muy especial, eso significa que la gente quiere que se besen. Lo hicieron. Jake y Betty, se besaron, mientras que las copas no paravan de sonar y los más jovenes de gritar.
Dicen que en las bodas se liga mucho, pero yo nunca he experimentado nada, ni remotamente parecido. Pero en esa boda así fue. Betty trajo a su mejor amigo, que se conocían de la facultad de medicina, donde estudiaban juntos. Y Jake trajo a su mejor amiga, sus padres eran amigos y se conocían desde pequeños.
Venían solos, no tenían con nadie en el cuál hablar, pero a lo tarde de la noche se encontraron, en rincón de esa maravillosa masía. Un paisaje inospito la rodeaba, lejos de la ciudad, lejos de todo, solo se encontraban ellos dos y los demás. Adam se apoyó en la pared y cuando apareció Mery, estaba mirando la luna. Esa noche era luna llena. Mery le susurró al oído:
-¿Te apetece una copa, caballero?
-Con mucho gusto, mi señorita.-contestó Adam.

...