dissabte, 27 d’octubre del 2012

Sentirse Vivo: Parte III

Acabaron de passar la noche de la mejor manera possible. Mery se fue. Estava cansada.
Adam se fue a la cama, pensando en que podía suceder entre Mery y él. El chico no sabía si la quería, solo llevaban tres días viendóse, gran cosa no podía sentir. Esa noche no durmió casi nada.
El día siguiente Mery se bebió un café con leche y se fue a trabajar. Adam no trabajaba, era un hombre sin suerte en la vida. Aunque su currículum era de los mejores, no daba el perfil físico.

Los días iban pasando, y nadie llamaba, no se veían, hasta que tras tiempo pensando, tenía las cosas claras.
Esa mañana, la del 24 de diciembre, dónde pasarían  la noche buena solos, completamente solos, sin compañia. Adam fue hasta Dover. Él vivía a una ciudad no muy lejos de Dover, llamada Canterbury.
Picó a su puerta. No abrió nadie. Estuvo picando un buen rato, pero no hubo respuesta. Volvió al coche. Una cabeza estaba asomada a la ventana del piso de arriba, pero Adam no la vió.

Lo fuerte de esto es que Mery había estado yendo al psicólogo para encontrar una solución, porque no solo lo quería no podía vivir sin él, pero nadie lo sabía. Adam esperó horas en el coche, esperándola. Se hicieron las once de la noche y se tenía que ir. Cuando llegó a su piso, recibió un mensaje de Mery:
"Adam, los dos sabemos que necesito enamorarme de ti, porque lo mío es más fuerte de lo que piensas y de lo que pensaba antes yo. Así, que dejame intentarlo. Merry Christmas!"

Él no podía creer lo que estaba pasando. No entendía nada. La verdad es que el amor es ciego de verdad.
Mery pasó todo la noche buena llorando. I don't know I'm scared, decía. Fue las peores navidades de sus vidas. Sin compañia, sin regalos, solo sus lágrimas y ellos. Debían ser fuertes. Aún no lo habían descubierto pero estaban echos el uno para el otro. Debían esperar...

divendres, 26 d’octubre del 2012

Sentirse Vivo: Parte II

Todos sabemos el que es estar enamorado de una persona, bien, esta persona aún no lo sabe. 
Adam no había tenido suerte en la vida, aún no había encontrado su media naranja. Él tenía un problema, no sabía como decírselo a Mery, pero finalmente se lanzó:
- Escúchame con atención. Durante mi adolescencia, conocí a mucha gente, pero supongo que yo maduré un poco antes que todos los demás chicos, y eso me causó que no tuviese muchos amigos, porque los veía muy immaduros y alucinaba con lo que hacían. Pero si que es verdad, que uno, algun día tiene que sacrificarse alguna vez, ¿no?. Entonces yo me hice más con las chicas porque las veía que hacían cosas más "normales", y que se podía hablar con ellas. Pero poco a poco, se va conociendo a gente, aunque ya la tengas en cuenta en las redes sociales, pero que empiezas a hablar y te empiezas a entender.
- ¿Dónde quieres ir a parar? -me preguntó dudosa Mery.
- Hasta ahora de todas las chicas que he querido, en algun momento se han enterado y después de un tiempo todo se fue a la mierda y no quiero que me pase más.


Tras un rato de charlas indefinidas, se habían hecho las 5 de la mañana. Tenían ir tirando para casa. La fiesta había acabado hacía ya rato, y no se habían dado cuenta. Adam llevó a Mery a su casa, ella vivía cerca de Dover. Cuando llegaron a la puerta de su casa, se miraron los dos a la cara diciendo bueno:

- Pues nada, gracias por traerme, eres un encanto -dijo Mery-.
- ¿Quieres que quedemos otro día? Si tu quieres...-preguntó Adam-.
- ¡Cómo no! Dame tu número.

Al cabo de unos días, donde pensaban que los dos se habían olvidado, Mery se presentó a casa de Adam. Llamó a la puerta. No era el mejor día para ir a Canterbury, donde residía Adam. 
Con cara de sorpresa el chico abrió la puerta:
- Vaya, ¿que haces aquí?
- Te echava de menos, quería verte...-contestó Mery-.
- Verás...es que...estoy con la familia...
- Será posible, vengo en el peor de los días.
Rieron los dos.
- ¿Quieres entrar? - preguntó Adam-.
- ¿Cómo?
- Lo que oyes, va entra, ¡que me estoy helando! -exclamó el chico-.
Estavan sus padres, su hermana y su cuñado, lo único que tenía. Reunión familiar que se dice.
Toda la familia se sorprendió, pensaron que ya la había encontrado, a esa mujer que tanto buscaba.
Mery dió dos besos a todos y se sentó a tomar el café. Poco a poco, los familiares se fueron, y se quedaron solos. 
-Tú eres lo único que necesito ahora sabes, Adam. Yo entiendo lo que te pasó cuando eras joven, pero cuando creces, cuando eres mayor, te independizas y buscas nuevas tácticas para conocer chicas.- dijó Mery-. 
Adam se sentía confuso, él tambien había sentido cosas, pero no tenía las cosas muy claras...






dijous, 25 d’octubre del 2012

Sentirse Vivo: Parte I

"Todos saben que algun dia el amor se apagará, la llama desaparecerá o sencillamente se irá. Pero hay una pareja que no lo ve así, de esta manera, ellos creen que su llama durará para siempre".

La boda fue un gran existo, Los invitados comieron, bebieron, se divirtieron. Todo iba según lo previsto. Los recién casados disfrutaron de su día, ese día tan importante que es el del matrimonio, que dos personas se unen para ser más fuertes y más fieles en la vida.
[...]

Como todos sabéis una cerimonia tan apreciada como la del matrimonio, lo tienes que hacer con una persona que sepas que te quiere, que quieras estar toda tu vida junto a ella, decirle cada mañana que la quieres, acariciarla, acurrucarse y charlar junto a la ximenea. Son esas pequeñas cosas que se hacen tan especiales con esas personas queridas. Supongo que hay que ser fieles al matrimonio, estar contentos y luchar día a día para que la llama no se apague. Si bien es cierto, no hay mucha diferencia estar viviendo con alguien que sabes que te quiere, a estar casado con ella, pero si que es verdad que cuando lo estás, de casado, es todo más íntimo.
[...]

La luz de la luna, iluminaba el escenario donde los músicos tocaban música alegre, mientras que la gente bailaba y reía. Los recién casados empezaron a bailar en medio de la pista. Una música lenta y romántica los acompañaba, y un ruido de copas se oía de lejos. Un ruido de copas muy especial, eso significa que la gente quiere que se besen. Lo hicieron. Jake y Betty, se besaron, mientras que las copas no paravan de sonar y los más jovenes de gritar.
Dicen que en las bodas se liga mucho, pero yo nunca he experimentado nada, ni remotamente parecido. Pero en esa boda así fue. Betty trajo a su mejor amigo, que se conocían de la facultad de medicina, donde estudiaban juntos. Y Jake trajo a su mejor amiga, sus padres eran amigos y se conocían desde pequeños.
Venían solos, no tenían con nadie en el cuál hablar, pero a lo tarde de la noche se encontraron, en rincón de esa maravillosa masía. Un paisaje inospito la rodeaba, lejos de la ciudad, lejos de todo, solo se encontraban ellos dos y los demás. Adam se apoyó en la pared y cuando apareció Mery, estaba mirando la luna. Esa noche era luna llena. Mery le susurró al oído:
-¿Te apetece una copa, caballero?
-Con mucho gusto, mi señorita.-contestó Adam.

...